Encabezado

noviembre 13, 2012

'No vivo de espaldas a la realidad': Mariano Rajoy


En diálogo con el GDA, el presidente del gobierno español reconoció las dificultades.


Es un día despejado en Madrid, pero al presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, le cae una lluvia de problemas desde todos los sectores: la segunda huelga general en menos de un año, dos suicidios por desahucios, la amenaza de independencia de Cataluña, el cierre de hospitales, el desempleo y unos números rojos en las cuentas que llevan a la Unión Europea a empujarlo contra las cuerdas.

Rajoy, anfitrión de la Cumbre Iberoamericana de Cádiz, recibió en el palacio de la Moncloa a EL TIEMPO y otros periódicos del Grupo Diarios de América (GDA). A pesar de todos los problemas, asegura que duerme bien. Y, mientras lo dice, toca madera.

La clave, asegura, está en la disciplina. Una disciplina que empieza con 45 minutos de ejercicio todas las mañanas. A las 7:50 a.m. desayuna con su mujer y sus dos hijos, de siete y trece años. A las 8:20 a.m. ya está en su despacho. A las 9:00 p.m. cena con su familia y, si algo queda pendiente, lo remata de 9:30 a 10:30 p.m.
Eso sí: fuma tabacos. No inhala el humo, pero sabe que en todo caso son perjudiciales.

Durante la conversación, calificó de "valiente" la decisión del presidente colombiano, Juan Manuel Santos, de iniciar un proceso de paz con las Farc. "Me puse a su disposición y él sabe que le ayudaré en lo que pueda", dijo.

¿Qué otros temas va a tocar con el presidente Santos en la cumbre?
Los temas económicos fundamentalmente. He hablado a menudo con el presidente Santos. En mi primer viaje a Iberoamérica como presidente, fui a México y Colombia. Allí celebramos una reunión a la que asistieron pequeños y medianos empresarios españoles.
Queremos colaboración en temas empresariales. Nosotros somos la puerta de Europa para Iberoamérica; hemos ayudado mucho en los grandes acuerdos que existen en este momento entre la UE y países iberoamericanos. Está pendiente de la ratificación del acuerdo comercial de Colombia, Perú y otras naciones centroamericanas. Hemos colaborado y creemos que son muy positivos para todos.

¿La cumbre puede significar un cambio en la política exterior de su gobierno hacia A. Latina?

En las prioridades de mi gobierno siempre ha estado Latinoamérica. Organizamos esta cumbre con mucho cariño y espero que sirva para relanzar las economías. Tiene todo el sentido el que países como los nuestros en un mundo global competitivo estemos juntos. Tenemos una forma de pensar similar, una historia similar. Nos une todo y, sobre todo, la gente.

Hay empresas españolas que tienen más ingresos en A. Latina que aquí. ¿Es la primera vez que España necesita más a América que al revés?

No. En sucesivos momentos, muchos españoles se han trasladado a Iberoamérica. Unos han vuelto, otros se han quedado. Más adelante, los españoles hicimos grandes inversiones allí.
Somos el segundo país en inversiones, después de los Estados Unidos. Durante los últimos años, mucha gente de Iberoamérica vino a España. Ha habido un constante flujo de personas.

Ahora que ustedes producen emigración, ¿por qué no se facilita la inmigración? Muchas veces es más fácil llegar a Europa por Francia o Italia que por España...
No creo que sea tan difícil y buena prueba de ello es que en los últimos años España ha sido el país de la Unión Europea que ha recibido más gente de fuera. En el caso de los países iberoamericanos, con una diferencia abismal. Hoy en España hay aproximadamente dos millones y medio de extranjeros (no son todos de Iberoamérica), que están trabajando y cotizando a la Seguridad Social; muchísimos se han nacionalizado y ya son españoles. Pero hay normas que todos tienen que cumplir.

¿Ha perdido peso España en la política exterior iberoamericana?
No. Los países obviamente buscan tener buenas relaciones con todo el mundo y abrir nuevos espacios, pero España es tan importante para Iberoamérica como ella para nosotros.

¿Cuál es su diagnóstico sobre la salud del país?

Vivimos momentos de dificultad: hay más de cinco millones de españoles que quieren trabajar y no pueden, muchas familias que viven momentos de dificultad, las empresas tienen problemas porque no hay crédito y así es difícil que haya inversión y se genere empleo. Los grandes objetivos son crear empleo y lograr el crecimiento económico. Cuatro causas principales han traído estos resultados: un déficit público muy elevado (más del 9 por ciento el año pasado), una gran deuda externa, problemas de competitividad y un sector bancario que necesitaba ser saneado.
Estamos haciendo un gran esfuerzo para reducir el déficit público que está provocando sacrificios para la gente, van a entrar en el parlamento una centena de decretos leyes y proyectos de ley y hemos puesto en marcha la reestructuración del sector bancario, para lo cual pedimos un préstamo a la UE. Se han sentado las bases para la recuperación económica, aunque todavía no se ha producido.

¿Qué pronósticos tiene el Gobierno?
Creemos que en al año 2014 España ya va a tener crecimiento económico y que el año 2013 va a ser mejor que el 2012. El déficit público se está reduciendo, las reformas laborales ya empiezan a producir efecto y mejoran las exportaciones. La deuda externa está disminuyendo y el año que viene el déficit por cuenta corriente va a ser positivo, con lo cual no necesitaremos financiarnos.

¿Qué siente cuando sabe que se suicida una persona a la que van a desalojar de su casa?

Enorme tristeza, gran preocupación y una gran desazón. Ya hemos adoptado en su día un código de buenas prácticas firmado por todas las entidades financieras, cuyos efectos no son suficientes y esperamos que las nuevas medidas resuelvan esta situación.

Da la impresión de que se ayuda a los bancos, pero no a las familias...
Hemos nacionalizado tres instituciones financieras. Más que ayudarles, las hemos hecho del Estado. Se trata de ayudar a la gente: que tenga seguros sus depósitos, sus ahorros, que los bancos puedan cobrar a los acreedores, que los accionistas no se vean perjudicados y que los bancos comiencen a dar crédito para que la economía empiece a crecer. Los bancos son a la economía lo que el sistema circulatorio es al cuerpo humano.

Uno de cada cuatro españoles no tiene trabajo. ¿Que prevé el Gobierno para el próximo año respecto al desempleo?
Este año, cuando presentamos presupuestos, dijimos la verdad: que iba a ser muy malo. Previmos un crecimiento negativo de 1,7 (es probable que sea un poco menos) y un aumento en la cifra del paro de 600.000. El año que viene esperamos un crecimiento del 0,5 y que el paro aumente mucho menos que este año. Y que en el 2014 las cosas empiecen a mejorar.

Entonces, ¿ve cercano el final de la crisis?

Sí. Según la UE, España crecerá un 0,8 por ciento en el 2014. Espero que podamos crecer más y crearemos empleo.

Dos huelgas generales y 1.165 manifestaciones solo en Madrid durante el primer semestre... ¿No teme una explosión social?

Yo entiendo el malestar de la gente. No vivo de espaldas a la realidad. Este gobierno ha tenido que tomar decisiones muy difíciles: ha subido los impuestos, ha tenido que hacer reducciones muy importantes en el gasto público y, lógicamente, esas cosas no les pueden gustar a los ciudadanos. Pero al final no las hacemos por fastidiar, sino porque necesitamos esta política económica para resolver los problemas.

¿Qué hará si Cataluña anuncia su independencia? 
No hay que adelantar acontecimientos. Estoy absolutamente convencido de que las cosas volverán a su cauce. El mundo no va por ahí. Hoy el mundo se hace sobre la base de quitar fronteras, no de ponerlas. Estoy convencido de que se impondrá el sentido común.

Defina en una palabra este año de gobierno.
Durísimo.