Catalina Botero El Universal/Mexico/GDA |
Gaspar Ramírez
El Mercurio / Chile / GDA
Catalina Botero tuvo un 2013 movido, y el
2014 se viene parecido. La oficina que dirige, la Relatoría Especial para la
Libertad de Expresión de la Organización de Estados Americanos (OEA), ha debido
afrontar amenazas a periodistas, escándalos de espionaje, leyes cada vez más
duras contra la prensa en algunos países, y fuertes presiones directas. La
abogada colombiana, que deja el puesto este año, repasa en entrevista con “El
Mercurio” los principales desafíos de su despacho.
Consultada sobre los grandes riesgos para
la libertad de expresión en América Latina, Botero, relatora desde 2008,
responde: “Hay varios, entre ellos la violencia, sobre todo —aunque no
exclusivamente— proveniente del crimen organizado; el abuso del poder de
algunos Estados para criminalizar a periodistas y selectivamente castigar a
medios críticos, y problemas nuevos como algunas regulaciones desafortunadas de
internet o la recolección de inteligencia que afecta el derecho a la libertad
de expresión y la privacidad de las comunicaciones”.
VIOLENCIA CONTRA PERIODISTAS
-Hay distintos factores que generan la
violencia contra los periodistas. ¿Cuál es el más peligroso?
“La violencia es probablemente el riesgo
más grave en la región para los periodistas. La violencia más brutal proviene
del crimen organizado que busca imponer su agenda informativa. Las
investigaciones periodísticas sobre corrupción o violaciones a los DD.HH. de
funcionarios muchas veces tienen consecuencias similares. Pero el peor de los
escenarios es la violencia generada por el crimen organizado coludido con
funcionarios corruptos. En estos casos, las autoridades que deben proteger a
los periodistas se convierten en sus agresoras”.
-¿Por qué la violencia contra los
periodistas requiere atención especial?
“Porque además de atentar contra la vida de
periodistas de gran valentía, la democracia se debilita cuando la sociedad
pierde la posibilidad de informarse y con ello, la capacidad de reaccionar y
adoptar a tiempo las medidas necesarias para corregir el rumbo. No es ocioso
recordar que muchas veces investigaciones periodísticas han revelado la captura
de instituciones locales por parte de las mafias, abusos en el ejercicio del
poder, graves violaciones a DD.HH. y escándalos de corrupción. Muchos de estos
hechos no se hubieran conocido si no fuera por la prensa y por periodistas que
han arriesgado su vida”.
-¿Qué se puede hacer cuando se trata de
organizaciones criminales?
“Primero, reconocer el problema a tiempo,
condenar la violencia, capacitar a funcionarios que tengan a su cargo proteger
a los periodistas en riesgo e investigar judicialmente estos atentados. En la
región, pese a la gravedad de la situación, hay experiencias exitosas que dejan
importantes lecciones que hay que aprender para salvar la vida de quienes
arriesgan todo para que podamos estar adecuadamente informados”.
CONCENTRACIÓN DE MEDIOS Y EL CASO DE PERÚ
-El Presidente peruano Ollanta Humala dijo
el mes pasado que la concentración de medios era una “vergüenza” y que era un
peligro para la libertad de expresión. ¿Qué opina del debate en Perú sobre la
supuesta concentración de la prensa escrita?
“Viajo a Perú en un par de semanas invitada
por organizaciones de la sociedad civil y espero poder comprender mucho mejor
el asunto que se está discutiendo. Hasta donde entiendo, el gobierno anunció
que no presentará una ley de regulación de la prensa escrita, lo cual resulta
muy satisfactorio”.
-Usted ha dicho que la “concentración de
medios conspira contra la democracia”.
“Es fundamental que la deliberación pública
pueda contar con la mayor cantidad de voces posibles y, especialmente, que los
sectores que han sido tradicionalmente marginados de los debates públicos
puedan participar de manera activa y vigorosa en la deliberación. Por esta
razón, la Relatoría ha defendido la existencia de medios alternativos, como las
radios comunitarias, que deben ser asignadas, mediante procesos transparentes,
a grupos tradicionalmente marginados como los pueblos indígenas”.
-Algunos Estados han alegado que para
defender la diversidad deben adoptar leyes que regulan los contenidos de los
medios.
“Lo que resulta inadmisible es que, en
nombre del pluralismo y la diversidad, se intente controlar o intimidar a
medios de comunicación independientes y que los periodistas terminen
sobreviviendo en una especie de libertad condicionada al humor de los
gobernantes. Eso no es pluralismo sino autoritarismo”.
ESCASEZ EN VENEZUELA
-La libertad de expresión ha sido un tema
complejo en los últimos 15 años en Venezuela y actualmente los medios escritos
de línea opositora enfrentan el problema de escasez de papel. ¿Cómo ve la
situación en ese país?
“Como lo ha señalado la CIDH, en Venezuela
existe un problema serio de falta de independencia del Poder Judicial, lo cual
compromete la garantía más importante para el ejercicio de la libertad de
expresión. A lo anterior se suma un marco jurídico que establece prohibiciones
muy amplias y ambiguas, y ello da lugar a la apertura de procesos penales,
disciplinarios y administrativos contra medios y periodistas críticos sin que
estos puedan contar con garantías suficientes que los amparen en el ejercicio
de su derecho.
Además, los periódicos se encuentran al
borde de enfrentar una gravísima escasez de papel prensa, y hemos registrado
graves agresiones contra periodistas en ejercicio de su labor, sin que existan
investigaciones que conduzcan a la sanción de los responsables. Todo esto
acompañado de una aguda polarización y un discurso muy agresivo que incluso ha
sido cuestionado por la Corte Interamericana en sus sentencias sobre el tema”.
RELATORÍA FUERTE
-¿Por qué es importante tener una Relatoría
para la libertad de expresión?
“La libertad de expresión se protege de
manera reforzada no solo en el sistema interamericano sino en la mayoría de las
constituciones del mundo democrático, no porque sea más importante que otros
derechos, sino porque es el instrumento más poderoso para proteger otros
derechos y para controlar los abusos. Claro que es mucho más difícil ser
corrupto o abusar del poder cuando se está bajo el escrutinio público.
En este sentido no es difícil constatar que
en aquellos lugares donde no hay garantías para un debate desinhibido y plural,
donde la gente tiene miedo a pensar distinto y a decir lo que piensa y no hay
garantías para el periodismo de investigación, existen mayores abusos, más
corrupción y mayor exclusión. A la larga, los gobiernos que controlan a los
medios y periodistas terminan siendo víctimas de la falta de control y
finalmente pasan a la historia con un récord lamentable.
Y al contrario, allí donde se garantiza el
ejercicio incluyente, robusto y abierto de la libertad de expresión, hay menos
corrupción, menos autoritarismo y mayores y mejores garantías para el ejercicio
de los restantes derechos, incluyendo los derechos sociales de los sectores más
vulnerables. Cuando la gente no tiene miedo de expresarse y puede hacerlo libremente
y tiene la posibilidad de acceder a ideas y pensamientos de toda índole,
entonces podemos comenzar a hablar de democracia”.
ECUADOR, LAS LEYES MÁS DURAS
-Finalmente no prosperó el intento de
reforma de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos que pretendían
algunos gobiernos ¿Cree que esa idea pueda ser retomada?
“Creo que esa discusión quedó saldada.
Algunos estados fueron muy fuertes y firmes, entre ellos Chile, defendiendo al
sistema interamericano y a la Relatoría de Libertad de Expresión”.
-El proceso contra su oficina fue impulsado
por Ecuador, el país con ley de prensa más dura en la región.
“En la región no hay otra ley de
comunicación más restrictiva que la ecuatoriana, con excepción de las normas
cubanas. Hemos escrito varios informes dirigidos a las autoridades para
exponerles nuestras preocupaciones y esperamos que las mismas sean tenidas en
cuenta para corregir la situación”.
-¿En qué consisten dichas restricciones?
“Algunos ejemplos: la ley de comunicaciones
les ordena a los medios publicar información que el gobierno considere que es
de interés público y sanciona a los medios que publiquen información que al
gobierno le parezca que no es de interés público. En esos términos, el público
solo podrá leer aquello que el gobierno encuentre que merece ser informado.
Según la ley, cualquier información u
opinión que pueda ofender a cualquier persona puede dar lugar a una sanción,
incluso las caricaturas, que son la expresión por excelencia de las opiniones.
Por esta razón, hay diarios que han debido 'rectificar' caricaturas que
ofendieron a importantes servidores públicos.
Los medios deben abrir un espacio para que
en sus sedes puedan operar funcionarios elegidos por agencias estatales que
tienen, según la ley, la función de 'defender a las audiencias'. Los
periodistas que incomodan a las autoridades con sus críticas e investigaciones
son usualmente estigmatizados por los más altos funcionarios públicos,
valiéndose de un poderoso conglomerado de medios administrados por el Ejecutivo
e incluso pueden terminar condenados penalmente a varios años de cárcel o a
indemnizaciones millonarias a favor de los funcionarios que se sintieron
ofendidos.
La ley sanciona duramente a los medios que
publiquen información reservada como, por ejemplo la que se conoció gracias a
las filtraciones de Snowden o Assange. En fin, comprenderá que en esas
condiciones el ejercicio libre del periodismo en Ecuador es realmente muy
difícil. Esperamos que las autoridades atiendan nuestras recomendaciones”.
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Vea el especial completo GDA: Amenazas a la Libertad de Prensa en América Latina aquí: