Encabezado

febrero 09, 2014

Catalina Botero: “La violencia es probablemente el riesgo más grave en la región para los periodistas”

Catalina Botero
El Universal/Mexico/GDA
Gaspar Ramírez
El Mercurio / Chile / GDA

Catalina Botero tuvo un 2013 movido, y el 2014 se viene parecido. La oficina que dirige, la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión de la Organización de Estados Americanos (OEA), ha debido afrontar amenazas a periodistas, escándalos de espionaje, leyes cada vez más duras contra la prensa en algunos países, y fuertes presiones directas. La abogada colombiana, que deja el puesto este año, repasa en entrevista con “El Mercurio” los principales desafíos de su despacho.

Consultada sobre los grandes riesgos para la libertad de expresión en América Latina, Botero, relatora desde 2008, responde: “Hay varios, entre ellos la violencia, sobre todo —aunque no exclusivamente— proveniente del crimen organizado; el abuso del poder de algunos Estados para criminalizar a periodistas y selectivamente castigar a medios críticos, y problemas nuevos como algunas regulaciones desafortunadas de internet o la recolección de inteligencia que afecta el derecho a la libertad de expresión y la privacidad de las comunicaciones”.

VIOLENCIA CONTRA PERIODISTAS

-Hay distintos factores que generan la violencia contra los periodistas. ¿Cuál es el más peligroso?

“La violencia es probablemente el riesgo más grave en la región para los periodistas. La violencia más brutal proviene del crimen organizado que busca imponer su agenda informativa. Las investigaciones periodísticas sobre corrupción o violaciones a los DD.HH. de funcionarios muchas veces tienen consecuencias similares. Pero el peor de los escenarios es la violencia generada por el crimen organizado coludido con funcionarios corruptos. En estos casos, las autoridades que deben proteger a los periodistas se convierten en sus agresoras”.

-¿Por qué la violencia contra los periodistas requiere atención especial?

“Porque además de atentar contra la vida de periodistas de gran valentía, la democracia se debilita cuando la sociedad pierde la posibilidad de informarse y con ello, la capacidad de reaccionar y adoptar a tiempo las medidas necesarias para corregir el rumbo. No es ocioso recordar que muchas veces investigaciones periodísticas han revelado la captura de instituciones locales por parte de las mafias, abusos en el ejercicio del poder, graves violaciones a DD.HH. y escándalos de corrupción. Muchos de estos hechos no se hubieran conocido si no fuera por la prensa y por periodistas que han arriesgado su vida”.

-¿Qué se puede hacer cuando se trata de organizaciones criminales?

“Primero, reconocer el problema a tiempo, condenar la violencia, capacitar a funcionarios que tengan a su cargo proteger a los periodistas en riesgo e investigar judicialmente estos atentados. En la región, pese a la gravedad de la situación, hay experiencias exitosas que dejan importantes lecciones que hay que aprender para salvar la vida de quienes arriesgan todo para que podamos estar adecuadamente informados”.

CONCENTRACIÓN DE MEDIOS Y EL CASO DE PERÚ

-El Presidente peruano Ollanta Humala dijo el mes pasado que la concentración de medios era una “vergüenza” y que era un peligro para la libertad de expresión. ¿Qué opina del debate en Perú sobre la supuesta concentración de la prensa escrita?

“Viajo a Perú en un par de semanas invitada por organizaciones de la sociedad civil y espero poder comprender mucho mejor el asunto que se está discutiendo. Hasta donde entiendo, el gobierno anunció que no presentará una ley de regulación de la prensa escrita, lo cual resulta muy satisfactorio”.

-Usted ha dicho que la “concentración de medios conspira contra la democracia”.

“Es fundamental que la deliberación pública pueda contar con la mayor cantidad de voces posibles y, especialmente, que los sectores que han sido tradicionalmente marginados de los debates públicos puedan participar de manera activa y vigorosa en la deliberación. Por esta razón, la Relatoría ha defendido la existencia de medios alternativos, como las radios comunitarias, que deben ser asignadas, mediante procesos transparentes, a grupos tradicionalmente marginados como los pueblos indígenas”.

-Algunos Estados han alegado que para defender la diversidad deben adoptar leyes que regulan los contenidos de los medios.

“Lo que resulta inadmisible es que, en nombre del pluralismo y la diversidad, se intente controlar o intimidar a medios de comunicación independientes y que los periodistas terminen sobreviviendo en una especie de libertad condicionada al humor de los gobernantes. Eso no es pluralismo sino autoritarismo”.

ESCASEZ EN VENEZUELA

-La libertad de expresión ha sido un tema complejo en los últimos 15 años en Venezuela y actualmente los medios escritos de línea opositora enfrentan el problema de escasez de papel. ¿Cómo ve la situación en ese país?

“Como lo ha señalado la CIDH, en Venezuela existe un problema serio de falta de independencia del Poder Judicial, lo cual compromete la garantía más importante para el ejercicio de la libertad de expresión. A lo anterior se suma un marco jurídico que establece prohibiciones muy amplias y ambiguas, y ello da lugar a la apertura de procesos penales, disciplinarios y administrativos contra medios y periodistas críticos sin que estos puedan contar con garantías suficientes que los amparen en el ejercicio de su derecho.

Además, los periódicos se encuentran al borde de enfrentar una gravísima escasez de papel prensa, y hemos registrado graves agresiones contra periodistas en ejercicio de su labor, sin que existan investigaciones que conduzcan a la sanción de los responsables. Todo esto acompañado de una aguda polarización y un discurso muy agresivo que incluso ha sido cuestionado por la Corte Interamericana en sus sentencias sobre el tema”.

RELATORÍA FUERTE

-¿Por qué es importante tener una Relatoría para la libertad de expresión?

“La libertad de expresión se protege de manera reforzada no solo en el sistema interamericano sino en la mayoría de las constituciones del mundo democrático, no porque sea más importante que otros derechos, sino porque es el instrumento más poderoso para proteger otros derechos y para controlar los abusos. Claro que es mucho más difícil ser corrupto o abusar del poder cuando se está bajo el escrutinio público.

En este sentido no es difícil constatar que en aquellos lugares donde no hay garantías para un debate desinhibido y plural, donde la gente tiene miedo a pensar distinto y a decir lo que piensa y no hay garantías para el periodismo de investigación, existen mayores abusos, más corrupción y mayor exclusión. A la larga, los gobiernos que controlan a los medios y periodistas terminan siendo víctimas de la falta de control y finalmente pasan a la historia con un récord lamentable.

Y al contrario, allí donde se garantiza el ejercicio incluyente, robusto y abierto de la libertad de expresión, hay menos corrupción, menos autoritarismo y mayores y mejores garantías para el ejercicio de los restantes derechos, incluyendo los derechos sociales de los sectores más vulnerables. Cuando la gente no tiene miedo de expresarse y puede hacerlo libremente y tiene la posibilidad de acceder a ideas y pensamientos de toda índole, entonces podemos comenzar a hablar de democracia”.

ECUADOR, LAS LEYES MÁS DURAS

-Finalmente no prosperó el intento de reforma de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos que pretendían algunos gobiernos ¿Cree que esa idea pueda ser retomada?

“Creo que esa discusión quedó saldada. Algunos estados fueron muy fuertes y firmes, entre ellos Chile, defendiendo al sistema interamericano y a la Relatoría de Libertad de Expresión”.

-El proceso contra su oficina fue impulsado por Ecuador, el país con ley de prensa más dura en la región.

“En la región no hay otra ley de comunicación más restrictiva que la ecuatoriana, con excepción de las normas cubanas. Hemos escrito varios informes dirigidos a las autoridades para exponerles nuestras preocupaciones y esperamos que las mismas sean tenidas en cuenta para corregir la situación”.

-¿En qué consisten dichas restricciones?

“Algunos ejemplos: la ley de comunicaciones les ordena a los medios publicar información que el gobierno considere que es de interés público y sanciona a los medios que publiquen información que al gobierno le parezca que no es de interés público. En esos términos, el público solo podrá leer aquello que el gobierno encuentre que merece ser informado.

Según la ley, cualquier información u opinión que pueda ofender a cualquier persona puede dar lugar a una sanción, incluso las caricaturas, que son la expresión por excelencia de las opiniones. Por esta razón, hay diarios que han debido 'rectificar' caricaturas que ofendieron a importantes servidores públicos.

Los medios deben abrir un espacio para que en sus sedes puedan operar funcionarios elegidos por agencias estatales que tienen, según la ley, la función de 'defender a las audiencias'. Los periodistas que incomodan a las autoridades con sus críticas e investigaciones son usualmente estigmatizados por los más altos funcionarios públicos, valiéndose de un poderoso conglomerado de medios administrados por el Ejecutivo e incluso pueden terminar condenados penalmente a varios años de cárcel o a indemnizaciones millonarias a favor de los funcionarios que se sintieron ofendidos.

La ley sanciona duramente a los medios que publiquen información reservada como, por ejemplo la que se conoció gracias a las filtraciones de Snowden o Assange. En fin, comprenderá que en esas condiciones el ejercicio libre del periodismo en Ecuador es realmente muy difícil. Esperamos que las autoridades atiendan nuestras recomendaciones”.
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Vea el especial completo GDA: Amenazas a la Libertad de Prensa en América Latina aquí: