Con
proyectos audaces, se afianza el uso las nuevas tecnologías en las escuelas de
la región
Grupo de Diarios América
(GDA.com)
Las aulas en América
latina ya no son lo que eran. La revolución tecnológica que comenzó a vivirse
en la última década en las escuelas parece cobrar un impulso definitivo, pero
revelando también, como dos caras de una moneda, las falencias y carencias que
aún padece la región en materia educativa.
Con proyectos audaces y
disruptivos que plantean un nuevo modelo de enseñanza, esta "segunda
ola" afianza y complementa la revolución iniciada a mediados de los 2000,
cuando casi en forma simultánea todos los países iniciaron planes de
conectividad de las escuelas a Internet y de distribución de computadoras o
netbooks a los alumnos. Hoy, esas netbooks son moneda corriente, pero también
una moda en desuso, al tiempo que irrumpen en el aula proyectores, tablets,
smartphones o pizarras electrónicas. Y la escena que se ve es muy diferente a
aquella de hace medio siglo atrás: hay un profesor que coordina, facilita
y orienta; y alumnos que ya son protagonistas y no sujetos pasivos del proceso
de aprendizaje, con la creatividad y la interacción con sus compañeros como
aspectos esenciales. Es decir, una apuesta a un futuro que ya llegó, que
cambia a cada instante y obliga a la actualización permanente. Pero, al mismo
tiempo, como todo proceso de mutación (y el de la enseñanza moderna es uno de
los más desafiantes y fascinantes) hay estructuras que crujen.
Mientras
surgen o se afianzan iniciativas innovadoras, la revolución tecnológica
muestra, en muchos casos, docentes sin la suficiente capacitación para
enfrentar la nueva realidad y una brecha digital que refleja las
desigualdades existentes en las sociedades de cada país.
El informe de 2014 del
Sistema de Información de Tendencias Educativas en América Latina (Siteal),
indica justamente eso: que la región es una de las más activas en cuanto a
integración de las TIC, pero está rezagada en la formación docente para su
aplicación y tiene cuentas pendientes en cuanto al acceso a una educación de
calidad para todos. De todas formas, hay muestras de creatividad e innovación,
tanto en el sector privado como el público. Ejemplos no faltan. En Chile, donde
por lo menos el 81% de los establecimientos educativos cuenta con Internet, el
sitio Red de Profesores Innovadores de Educar Chile pone la tecnología al
servicio de la educación. Allí, profesionales de todo el país convergen en una
plataforma en la que intercambian metodologías y experiencias exitosas en el
uso de las TICs. Uno de ellos es el profesor de lenguaje Roberto Flores quien,
mediante el uso de Facebook, realizó en 2014 un trabajo con sus alumnos tomando
como base la obra "La cantante calva", de Eugene Ionesco. Los
estudiantes debían hacer un perfil para cada personaje en esa red social e
interactuar con sus compañeros de acuerdo al texto del autor. Esta plataforma
recibe más de 200 mil visitas al año y cuenta con material descargable que los
profesores pueden usar en sus clases.
Una propuesta de trabajo
más estandarizado es el de ClicEduca, uno de los tres proyectos chilenos
reconocidos por el BID durante 2014 por su aporte a la innovación en las salas
de clase en América latina. Se trata de un software disponible en un la web,
para que los profesores puedan hacer sus clases en formato interactivo. El
proyecto permite a profesores de enseñanza básica la posibilidad de crear sus
propias clases de manera fácil, descargándolas y subiéndolas a la nube de www.cliceduca.cl. Estas clases son almacenadas en un servidor en
internet que permite monitorear los aprendizajes. Se pueden descargar clases
hechas y modificarlas o usarlas tal cual, en tablets y teléfonos inteligentes.
Algunas clases son gratuitas y las que no, cuestan un máximo de un dólar.
También hay colegios
chilenos que se han destacado por el uso creativo de las TIC. Un caso es el
Hispano Americano de Santiago, que incorpora el uso de la tecnología de manera
transversal desde prekínder al cuarto año del secundario. Tiene tres
laboratorios con 40 computadores cada uno, para clases de lenguaje, matemática
o historia. Además, los niños aprenden y ejercitan con software para distintas
materias y, cuando se trata de tareas, los estudiantes deben hacer
presentaciones en PowerPoint.
Por su parte, la
Fundación Telefónica ha puesto en marcha un curso de robótica en colegios
técnico profesionales. Además de aprender conceptos básicos de programación y
electrónica, se busca desarrollar competencias y habilidades blandas como
trabajo en equipo, pensamiento crítico, entre otras. En el Colegio Técnico Las
Nieves, las 40 estudiantes de tercer año construyeron prototipos de un hogar
automatizado bajo distintas condiciones climáticas. En 2015 este proyecto se
expandirá a Canela y a Punta Arenas y se incluirá un taller de agro robótica.
Pizarras interactivas,
computadoras, programas informáticos educativos, robótica, son algunas de las
herramientas cada vez más usadas en los colegios del Perú, donde los métodos
educacionales están sufriendo una metamorfosis para adaptarse a esta revolución
tecnológíca. Para el consultor educativo Iván Montes, si bien esto es un
gran avance, los nuevos dispositivos por sí solos no van a mejorar la
calidad educacional. "El tema es que se debe capacitar al docente en el
propio artefacto que se le entrega, pero eso no es suficiente. Un docente que
no tiene el hábito de la lectura, que no tiene el espíritu del saber, que no
suele preparar sus clases, no le sacará ningún provecho a las nuevas
tecnologías", afirma Montes. Además, gran parte de los colegios públicos
del país no tienen señal de internet inalámbrico, limitando el uso de
dispositivos.
Pese a estas
desventajas, hay muchos proyectos que tienen la mira en un futuro que ya llegó.
Uno de ellos es la Escuela de Talentos, centro educativo público a cargo del
Gobierno Regional del Callao, donde los libros y cuadernos han sido
reemplazados por laptops, las pizarras tradicionales por otras digitales y los
papelógrafos por proyectores multimedia con tecnología "touch". Allí
los trabajos se publican en blogs y son compartidos a través de Facebook, los
alumnos escriben con plumones electrónicos, ensamblan y programan robots, usan
Google Docs, chat y Wikipedia.
Luis Escudero Ramírez,
quien puso en marcha el proyecto, señala que el colegio completo es un campus
virtual. "Este es el primer paso para que el alumno esté a la par con el
conocimiento, que hoy avanza más rápido que cualquier maestro o libro. Además,
todas las aulas están dotadas con proyectores 3D que interactúan de manera
paralela con el maestro y con los estudiantes tenemos software educativos por
cada disciplina: ciencias, matemáticas, literatura, música e incluso
deporte".
Otro proyecto privado
que se basa en el modelo semipresencial es Innova Schools Perú, cuyo gerente
general, Jorge Yzusqui, señala que un buen uso de la tecnología debe
permitir brindar una educación personalizada, pero que no se trata solo de
contar con una computadora. "La tecnología ya no es un equipamiento del
colegio sino un elemento que va de la mano con el proceso educativo, así como
el lápiz, el borrador o la cartuchera, para el uso de los chicos. De nada sirve
que los colegios tengan computadoras, proyectores inteligentes, etc., si esto
no tiene atrás un contenido educativo que lo respalde", apunta.
En la favela también
Uno de los proyectos más
originales en Brasil es el que se lleva a cabo en la escuela municipal André
Urani, en Rocinha, la mayor favela de América latina, en Río de Janeiro. Sus
instalaciones escapan los patrones tradicionales. El lápiz y el cuaderno
comparten el espacio con computadoras con acceso a internet, pero la tiza y el
pizarrón saldrán de escena y su espacio lo ocuparán las losas inteligentes, que
cambiarán el entorno de trabajo de los profesores. El proyecto forma parte del
Gimnasio Experimental de Nuevas Tecnologías Educacionales (Gente), coordinado
por la Secretaría Municipal de Educación, el Ministerio de Educación y la
iniciativa privada. Pero no es el único. El gobierno federal también posee otra
iniciativa similar, denominado "Tablet educacional", que forma parte
del Programa Nacional de Tecnología Educacional (Proinfo integrado). Todas las
escuelas indicadas por los estados correspondientes recibirán un proyector para
cada cuatro salas y dos tabletas de 9,7 pulgadas. El proyecto está en fase de
desarrollo.
Si bien las nuevas herramientas posibilitaron un salto en el número de
matrículas de enseñanza a distancia (EaD) en el universo de la formación
superior, las TICs aún son una realidad escasa en las escuelas brasileñas. La
investigación nacional TIC Educación 2013, realizada por el Comité Gestor de
Internet en Brasil (CGI.br), muestra eso en números: en un universo de 1.987
profesores entrevistados de 994 escuelas públicas y privadas en las cinco
regiones del país, 52% no cursaron ninguna disciplina específica sobre ordenador
e internet en la enseñanza superior.
Entre las iniciativas puestas en marcha en Brasil se cuentan el plan
Proinfo Integrado, para promover el uso de tecnología y el proyector
interactivo (2007), compuesto esencialmente por un procesador de bajo costo,
teclado, mouse, puertas USB, puerta para red wireless y red PLC, unidad lectora
de DVD y uno data show interno para que los profesores puedan proyectar los
contenidos digitales en las aulas. El proyecto está en fase de expansión. A
éstos se sumaron, en 2008, el plan banda ancha en las escuelas; el plan
Losa Digital (2011), equipamiento que transforma la superficie donde la imagen
está proyectada en una gran tela sensible al toque, permitiendo la interacción
con el contenido proyectado, y en 2012 el uso de tablets en la enseñanza
pública.
El crecimiento en el uso de tablets creció del 2% en 2012, a un 11%, en
2013. Este avance está atado al programa e-Proinfo, creado ese año. A pesar de
eso, lo que llama más atención es el mayor obstáculo apuntado por los
profesores de la educación básica en esa área: un 70% concuerdan que los
alumnos saben más sobre ordenador e internet que ellos. Para Fabio Senne,
coordinador de Proyectos e investigaciones del Centro Regional de Estudios para
el Desarrollo de la Soc iedad de la Información (Cetic), el modelo tradicional
de salón con un profesor manejando la clase al frente de alumnos sentados en
filas de sillas, es puesto en jaque con la introducción de las nuevas
tecnologías y la lógica colaborativa y de compartir por dispositivos móviles.
En Colombia, el
plan Computadoras para educar ha beneficiado en sus quince años de
existencia a ocho millones de niños. Se trata de un programa conjunto
del Ministerio de las Tecnologías de la Información (Mintic), el Ministerio de
educación y empresas privadas, que busca mejorar la conectividad de las
escuelas públicas a internet y dotarlas de computadoras y tablets de calidad.En
lo que respecta al sector privado, Colombia también se ha beneficiado con
propuestas que buscan no solo impactar positivamente la educación con cantidad,
sino con calidad. Así, surgen proyectos que, desde la responsabilidad social
empresarial, como los Smart School (Colegios Inteligentes) que Samsung se
propuso instalar en las principales ciudades del país desde 2013.Se trata de
una propuesta que busca dotar los salones con recursos tecnológicos de
vanguardia, como tabletas y pantallas y tableros digitales que les permiten a los
estudiantes explorar, por ellos mismos, la creación de materiales pertinentes
dentro de su educación de manera dinámica e interactiva.
Hasta ahora, el proyecto
ha beneficiado a 4.000 jóvenes y docentes que asisten a cien colegios de Bogotá
y Popayán (Cauca) y se espera que el alcance se amplíe a los departamentos de
Sucre y Putumayo.
Otra experiencia que
combina la educación con las TIC y que acaba de arrancar este año es Juventic,
impulsada por el gigante tecnológico Google y la organización Colnodo, con la
que se espera capacitar, con su piloto inicial, a 2.500 jóvenes entre los 16 y
los 26 años. Juventic imparte cursos gratuitos en tres materias: Marketing
digital, diseño y producción de contenidos de comunicación digital y gestión de
sistemas de información local, y se espera que, finalizado el piloto, más
empresas se sumen a la iniciativa y así multiplicar el número de beneficiados.
"La idea es que las personas adquieran habilidades digitales que son
indispensables para ser competitivos laboralmente", explica Susana Pabón,
gerente de comunicaciones de Google en Colombia.
Tampoco Colombia no ha
sido ajena a una de las principales tendencias globales: las clases vía web y
los Cursos en Línea Masivos y Abiertos (MOOCS, en inglés). Prueba de ello es la
popularidad alcanzada por el profesor de matemáticas Julio Alberto Ríos, mejor
conocido en el mundo virtual como Julioprofe. Con sus casi 470 videos, más de
500 mil usuarios y más de un millón de visitas en su canal en el portal
Youtube, Julioprofe se ha encargado de llevar las clases de matemáticas a otro
nivel. Con explicaciones entretenidas, didácticas y comprensibles, este
ingeniero civil de 41 años se ha convertido en el Salman Khan Colombiano. Tal
ha sido el éxito de sus tutoriales, que el profesor abrió una academia
presencial en la que, junto a otros instructores, brinda refuerzos a
estudiantes de primaria, secundaria y universitarios. Pese a su fama, las
clases en Youtube siguen siendo gratuitas y, semanalmente, actualiza su canal
con dos videos.
Julioprofe posee ya más
de 600 videos de aritmética, álgebra, geometría, trigonometría, cálculo, física
y matemáticas.
Aula virtual
En la Argentina ya hay
varios proyectos que reflejan el enorme potencial de los avances tecnológicos
aplicados a la educación. Una de las primeras instituciones que advirtieron esa
nueva realidad fue el colegio Belgrano Day School, en el barrio porteño de Belgrano.
Allí el proceso se inicia en 2003, con la capacitación docente, la conectividad
y la incorporación de equipamiento (pendrives para los profesores, cámaras
digitales, proyectores, pizarras interactivas), hasta desembocar en el aula
virtual.
Los permanentes avances
tecnológicos obligan a una mayor flexibilidad y desembocarán en lo que ya es
tendencia mundial en las escuelas, el BOYD (Bring
your own device), es decir, que cada alumno lleve su propio dispositivo
personal a la casa, lo cual permitirá el pasaje del e-learning (aprendizaje a
distancia) al m-learning (mobile learning), con contenidos digitales que puedan
bajarse a los dispositivos móviles y que pueden provenir de smartphones,
handheads, PADs, IPhones, etc.
El aula virtual, puesta
en marcha en 2006, es un espacio de internet que simula un encuentro entre el
docente y sus alumnos, disponible las 24 horas del día, que almacena
programas de materias, bibliografía sugerida y demás recursos, sustentado en
una plataforma de código abierto Moodle, de uso universal y gratuito.
Tanto el aula virtual como la biblioteca del colegio son accesibles a través de
dispositivos móviles como smartphones y blackberries.
"Junto con el
webmail propio del colegio, fue el recurso principal que permitió a los chicos
no perder días de clase durante la epidemia de gripe H1N1, en 2009, que obligó
al cierre del colegio. Trabajaron desde sus casas", recuerda la directora
académica del nivel primario, Andrea Pelliccia.
Con su Plan Integral de
Educación Digital (PIED), que forma parte del Plan Sarmiento, iniciado en 2010
con la distribución de netbooks en las escuelas, el gobierno de la Ciudad
de Buenos Aires también refleja los vertiginosos cambios que se dan en el
ámbito educativo. La iniciativa abarca todos los niveles, con la
incorporación de las TIC en el diseño curricular y la formación de los
maestros. Abarca en el nivel primario a 616 escuelas (170.000 alumnos) y 17.000
docentes, con un facilitador pedagógico digital por escuela.
"La idea es
aprender haciendo, facilita la comunicación y colaboración entre los chicos.
Los incentiva a que sean productores de sus propios contenidos y a darlos a
conocer por internet, con un tutorial para que otros alumnos de otras escuelas
puedan replicarlos", explica María Florencia Ripani, directora operativa
de Incorporación de Tecnología (inTec) del Ministerio de Educación porteño. De
tal manera, junto con sus profesores, los chicos trabajan la construcción de
blogs que integran videos, animación y otros recursos.
"Poner al alumno
como protagonista de todo lo que hace, que no sea tedioso y se parezca más a un
juego, fomenta también la mirada crítica", sostiene Ripani, que señala
también el impacto positivo del PIED. "La última encuesta mostró que
el 79% de los docentes considera que mejoró la calidad educativa, y que los
chicos aprenden más y mejor, particularmente cuando hay propuestas pedagógicas
afines a su cultura y a sus intereses", agrega.
Sin resultados
Uno de los aliados de la
Argentina en la región, Venezuela, ha visto en los últimos años la aparición de
nuevos métodos de enseñanza basados en las nuevas tecnologías, pero
éstos continúan centrándose en el estudiante, ignorando, según los
especialistas, la preparación que necesita el docente para guiar todo el
proceso de aprendizaje.
El Programa Canaima
Educación, lanzado en 2009 con la dotación de mini computadoras a estudiantes
en planteles públicos, le valió el reconocimiento de "buena práctica"
en 2013 por la Unesco. Este año el gobierno informó que ha entregado "canaimitas"
a 3.521.000 estudiantes de instituciones públicas. Sin embargo, a la fecha se
desconocen los resultados de su incorporación en el aula.
Desde 1997 el país no se
somete a ningún sistema de evaluación del desempeño educativo, y los docentes
no poseen preparación suficiente en el ámbito tecnológico y pedagógico, que les
permita un manejo eficiente de los nuevos recursos digitales. "Es bueno
que todos los niños tengan su mini laptop, pero si es para un uso pedagógico
ello debe estar dominado por el maestro, y en estos momentos ellos no dominan
todo lo que puede hacerse con esas tecnologías", explica el director del
Centro de Investigaciones Culturales y Educativas, Mariano Herrera.
Otras experiencias han
logrado cambiar el rol de los maestros, al abrir un espacio mucho más
interactivo. Educa Tablet, por ejemplo, fundado en 2012, está enfocado en una
aplicación móvil que se emplea hasta la fecha en doce colegios privados en
Venezuela, así como también en Colombia y México. A través de las tablets, los
estudiantes se comunican por un muro digital e intercambian información, los
profesores autogestionan el contenido que imparten y además comparten la guía
de estudio de la clase siguiente. También pueden enviar una encuesta a todos
los chicos presentes en el aula, conocer los resultados en tiempo real,
proyectarlos en la pared y discutirlos en clase, comentó la gerente de
innovación y cofundadora de Educa Tablet, Noraeden Moran.
En Ecuador, como en el
resto de la región, se pusieron en marcha iniciativas privadas y públicas.
Entre las primeras, el denominado Learning Project fue impulsado en 2003
por la empresa privada. Busca que los pequeños de las escuelas de bajos
recursos del país aprendan sobre robótica y programación básica. Utilizan
piezas de lego para los diseños básicos y tabletas electrónicas y programas de
recursos abiertos para que los inventos 'cobren vida'. Hay conversaciones
avanzadas con el Ministerio de Educación del Ecuador para que se incluyan estos
talleres en los clubes de robótica que se ha dispuesto en las instituciones
públicas y privadas.
Por su parte, se acaba
de anunciar el Teebot, primer robot educativo creado en Ecuador.
Permitirá a los pequeños interactuar con él y al mismo tiempo aprender sobre
matemáticas, electrónica, tecnología y ciencia. Fue creado por la firma
independiente Clear Mind Consultores y la empresa EGM Robotic y se espera que
pueda ser incluido en el sistema educativo formal. El Gobierno ecuatoriano
tiene alianzas con estas firmas para promover la innovación en las aulas. Han
organizado el primer Scrach Day Ecuador, que fueron talleres para niños de
escuela sobre programación. También concursos de retos tecnológicos.
En cuanto a las
iniciativas oficiales, el Gobierno ecuatoriano ha impulsado la creación
de Unidades del Milenio. Son espacios dotados de tecnología de punta en zonas
rurales del país. Hasta marzo del 2015 se construyeron 58 unidades y se están
erigiendo otras 30 en diferentes provincias.
Los casos de Uruguay y México
Si bien en todos los
países de la región existen desde hace más de una década planes oficiales
orientados al uso de las TIC, en Uruguay y México el rol del estado parece
haber jugado un papel central, cuando no excluyente.
En Uruguay, a través del
Plan Ceibal, que se instauró durante el primer gobierno de Tabaré Vázquez
(2005-2010) con el objetivo de que cada estudiante de primaria y secundaria
tuviera una computadora. Hoy en día este objetivo se cumplió en un 98,5% y ya
fueron entregadas más de 700.000 máquinas.
Los alumnos de primero y
segundo de escuela tienen a su disposición tabletas digitales, los de tercero
de escuela en adelante netbooks y los de tercero de liceo reciben notebooks.
También se le entrega una PC a cada docente. En cada terminal están
digitalizados la gran mayoría de los libros de estudio del primer y el segundo
ciclo. Y según dijo el director del Plan Ceibal, Miguel Brechner, para esta
nota, los niños ya cuentan con unos 100.000 ejercicios de matemáticas en la
plataforma a las que acceden desde las computadoras. También hay 100.000
alumnos online de inglés, y en lugares como escuelas del área rural, donde los
profesores de esta materia no abundan, las clases se dan videoconferencia,
gracias alas computadoras.
Detractores del plan han
advertido que los alumnos suelen más que nada jugar con las computadoras, en
vez de estudiar. Brechner reconoció que hay casos así, pero advierte que esto
no es culpa del sistema sino de para lo cual este se use.
Hasta hoy no hay
estudios que hayan medido si existe un impacto directo entre el uso de las
computadoras y el rendimiento de los estudiantes.
En México, los gobiernos
han hecho inversiones millonarias para dotar de nuevas tecnologías a los
estudiantes, pero los alumnos no han mejorado su rendimiento y el gasto en este
rubro se considera como un "hoyo presupuestal", según
autoridades y expertos consultados .Una de las primeras iniciativas en la
educación pública fue Enciclomedia, una plataforma que brindaba libros
digitalizados a las aulas, un pizarrón electrónico y un proyector. Sin embargo,
la falta de infraestructura necesaria para operar, recursos perdidos y gastados
en rubros no relacionados con el programa, más la falta de capacitación,
hicieron que la iniciativa fracasara.
A fines de 2012, la
Secretaría de Educación Pública (SEP) anunció un nuevo programa llamado
Aula Base Telemática, para dotar de una computadora con internet y un pizarrón
electrónico, pero en 2013, con el cambio de administración y del partido en el
poder, se decidió cerrar el proyecto y optar por tablets y computadoras para
los niños de quinto y sexto nivel de primaria, con una inversión de 166
millones de dólares.
El secretario de
Educación Pública, Emilio Chuayffet, anunció que el programa de tablets
aumentará a 15 estados del país y se estiman mayores inversiones para llegar a
la meta digital fijada por el gobierno.
Blanca Heredia,
investigadora del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), aseguró
que faltan evaluaciones sobre el impacto de estas pruebas."En términos
generales la adopción de estos programas puede tener un efecto positivo, pero
se mezcló con consignaciones de carácter político, lo que afectó su desempeño.
Enciclomedia no fue un total fracaso, si hacemos una evaluación seria se
muestran ganancias pequeñas, pero si a los maestros no se les da capacitación
se sienten intimidados y terminan arrumbándose en el salón de clases",
señaló.
Puerto
Rico:
De la PlayStation a Machu Pichu
¿Tienen
algún punto de conexión en la escuela la PlayStation con la ciudadela de Machu
Pichu? ¿o una clase de química con el popcorn? Aparentemente no… pero sí. El
caso de Puerto Rico puede considerarse, en algún sentido, como paradigmático,
por la manera en que se pueden aprovechar las herramientas tecnológicas para
que los chicos aprendan historia con una mirada diferente y adquieran destrezas
útiles para su futura vida laboral.
Un
grupo de estudiantes activos, bien predispuestos y fascinados por los
videogames, en especial por el juego de construcción de mundos abiertos y
estructuras llamado Minecraft, fue el puntapié inicial para que en 2014
Saimé Figueroa Rodríguez, maestra de Historia de América latina en la
Escuela Asunción Rodríguez de Guayanilla, un pueblo al sudoeste de Puerto Rico,
decidiera integrar esa pasión con la materia de enseñanza. De esta forma nació
el proyecto que denominó “Una mirada a la América precolombina”.
Saimé
dividió el grupo en cuatro equipos. A tres les asignó investigar sobre los
aztecas, los incas y los mayas, respectivamente, y al cuarto subgrupo les
permitió abordar simultáneamente los pueblos anasazi, olmeca y nazca. El
trabajo requirió de horas de investigación en los laboratorios de computadoras
de la escuela, donde la educadora también les impartió talleres sobre destrezas
de búsqueda de información y herramientas que podrían utilizar para realizar
sus presentaciones una vez culminaran el proyecto, como Emaze, Prezi y PowToon.
En sus casas, con sus consolas de videojuegos Xbox y PlayStation, y conectados
virtualmente, los estudiantes trabajaron en la construcción de los pueblos.
“Pasé
una semana jugando siete horas cada día para construir el Machu Pichu”, cuenta
el estudiante Jeshua Orengo, de 17 años. “Llegaba de la escuela y me acostaba a
dormir como a las 23 o a la medianoche, porque yo empiezo a hacer algo en ese
juego y hasta que no lo termine no estoy tranquilo”.
“No
solo se cumplieron los objetivos de la unidad. Ha habido una mejoría clara en
sus destrezas de presentación oral. Ya no se conforman con tener cualquier
información del internet; saben investigar. Y en términos sociales, ha habido
una integración total”, señala Figueroa Rodríguez sobre el impacto del
proyecto.
El
proyecto "Una mirada a la América precolombina" forma parte ahora de
la alianza que mantiene el Departamento de Educación de Puerto Rico con la
multinacional Microsoft hace cuatro años. Ambas entidades celebran anualmente
en la isla el Foro de Docente innovadores, que reúne a maestros del nivel
primario y secundario que integran de manera efectiva la tecnología en la
enseñanza.
Robots
y popcorn
Un
espíritu similar se respira en la Escuela Secundaria Especializada en Ciencias,
Matemáticas y Tecnología de Caguas (Cimatec), municipio de la zona central
oriental de Puerto Rico, donde en el salón de robótica no es infrecuente ver
máquinas construídas por los estudiantes con pequeñas piezas de metal y que
responden a comandos por control remoto para mover objetos de un lugar a otro.
En uno de los laboratorios de computadoras, los jóvenes aprenden a ingresar
contactos telefónicos al programa de manejo de bases de datos Access, mientras
que en la clase de química observan cómo se hace el popcorn al aplicarle la
presión adecuada a las semillas de maíz.
La
escuela de los niveles intermedio y superior, que desde 2008 recibe a
estudiantes con aptitudes para las ciencias y las matemáticas de la región
centro oriental de la Isla, se erigió en el centro del pueblo de Caguas como un
deseo del fallecido alcalde de la ciudad, William Miranda Marín, por maximizar
las habilidades de estos jóvenes en beneficio de la economía del país.
“Muchos
de estos estudiantes estarían perdidos en el sistema si no hubieran llegado
aquí”, comenta la directora de la escuela, Raquel Rodríguez. “La prioridad es
estudiantes de escasos recursos económicos y que provengan de escuela pública,
que tengan habilidades en ciencias, matemáticas y gusto por la tecnología.
Nosotros nos encargamos de desarrollarlos en su máximo potencial”, indica.
Cimatec
es una escuela privada, administrada por la organización sin fines de lucro
Iniciativa Tecnológica Centro-Oriental (Inteco), no se rige por las normas del
Departamento de Educación de Puerto Rico y recibe donativos de múltiples
empresas y entidades no gubernamentales. Aun así, obtiene fondos anuales de
parte del gobierno municipal. Todos los salones están equipados con pizarras
electrónicas que permiten que las lecciones sean interactivas.
Nycol
Cotto, de 17 años, es una de esas alumnas que asegura haber descubierto lo
mejor de ella en esta escuela. Integra el Club de Robótica, organización
estudiantil que le ha ganado a la escuela una decena de reconocimientos en
competencias internacionales en este campo. En su clase de física, cuenta
Nycol, los estudiantes hacen periódicamente excursiones a un campo de
golf en Caguas, hasta donde cargan con sus iPads y utilizan una aplicación para
evaluar la dirección y la fuerza que deben ejercer para pegarle a la pelota de
golf en la vida real.
En
la clase de computadoras y tecnología de octavo grado, el estudiante Brian
Fonseca, de 14 años, explica que ha aprendido a utilizar programas básicos de
Microsoft aprovechando funciones que mucha gente desconoce. Asegura que ya
domina Word, Power Point, Excel, Publisher y recién comienza a trabajar con el
gestor de bases de datos Access. Son destrezas que, según apunta la profesora
Frances Rodríguez, les han servido en las demás clases.
En
el mismo salón se guardan las maquetas de los puentes en madera que
construyeron los estudiantes del duodécimo grado bajo la mentoría de Rodríguez.
“Los
jóvenes debían diseñar su propio puente de acuerdo a los diferentes tipos de
estructura con el programa de ingeniería Solid Work, realizar una serie de
pruebas que provee el programa y luego llevarlo a la realidad con las mismas
dimensiones que lo diseñaron”, explica la profesora. Con el dominio de este
programa, los estudiantes pueden conocer el costo aproximado de erigir una
estructura y el daño ambiental que provocaría la construcción.
Más Información:
El Nacional de Venezuela:
El Universal de México:
O Globo de Brasil:
El Comercio de Ecuador:
http://www.elcomercio.com/actualidad/futuro-tecnologia-aulas-escuelas-americalatina.html