Encabezado

abril 26, 2015

Especial GDA: El futuro llega a las aulas

Con proyectos audaces, se afianza el uso las nuevas tecnologías en las escuelas de la región 

Grupo de Diarios América (GDA.com)

Las aulas en América latina ya no son lo que eran. La revolución tecnológica que comenzó a vivirse en la última década en las escuelas parece cobrar un impulso definitivo, pero revelando también, como dos caras de una moneda, las falencias y carencias que aún padece la región  en  materia educativa.

Con proyectos audaces y disruptivos que plantean un  nuevo modelo de enseñanza, esta "segunda ola" afianza y complementa la revolución iniciada a mediados de los 2000, cuando casi en forma simultánea todos los países iniciaron planes de conectividad de las escuelas a Internet y de distribución de computadoras o netbooks a los alumnos. Hoy, esas netbooks son moneda corriente, pero también una moda en desuso, al tiempo que irrumpen en el aula proyectores, tablets, smartphones o pizarras electrónicas. Y la escena que se ve es muy diferente a aquella de hace medio siglo atrás: hay un  profesor que coordina, facilita y orienta; y alumnos que ya son protagonistas y no sujetos pasivos del proceso de aprendizaje, con la creatividad y la interacción con sus compañeros como aspectos esenciales.  Es decir, una apuesta a un futuro que ya llegó, que cambia a cada instante y obliga a la actualización permanente. Pero, al mismo tiempo, como todo proceso de mutación ­­(y el de la enseñanza moderna es uno de los más desafiantes y  fascinantes) hay estructuras que crujen. 

Mientras surgen o se afianzan iniciativas innovadoras, la revolución tecnológica muestra, en muchos casos, docentes sin la suficiente capacitación para enfrentar la nueva realidad y  una brecha digital que refleja las desigualdades existentes en las sociedades de cada país. 

El informe de 2014 del Sistema de Información de Tendencias Educativas en América Latina (Siteal), indica justamente eso: que la región es una de las más activas en cuanto a integración de las TIC, pero está rezagada en la formación docente para su aplicación y tiene cuentas pendientes en cuanto al acceso a una educación de calidad para todos. De todas formas, hay muestras de creatividad e innovación, tanto en el sector privado como el público. Ejemplos no faltan. En Chile, donde por lo menos el 81% de los establecimientos educativos cuenta con Internet, el sitio Red de Profesores Innovadores de Educar Chile pone la tecnología al servicio de la educación. Allí, profesionales de todo el país convergen en una plataforma en la que intercambian metodologías y experiencias exitosas en el uso de las TICs. Uno de ellos es el profesor de lenguaje Roberto Flores quien, mediante el uso de Facebook, realizó en 2014 un trabajo con sus alumnos tomando como base la obra "La cantante calva", de Eugene Ionesco. Los estudiantes debían hacer un perfil para cada personaje en esa red social e interactuar con sus compañeros de acuerdo al texto del autor. Esta plataforma recibe más de 200 mil visitas al año y cuenta con material descargable que los profesores pueden usar en sus clases.

Una propuesta de trabajo más estandarizado es el de ClicEduca, uno de los tres proyectos chilenos reconocidos por el BID durante 2014 por su aporte a la innovación en las salas de clase en América latina. Se trata de un software disponible en un la web, para que los profesores puedan hacer sus clases en formato interactivo. El proyecto permite a profesores de enseñanza básica la posibilidad de crear sus propias clases de manera fácil, descargándolas y subiéndolas a la nube de www.cliceduca.cl. Estas clases son almacenadas en un servidor en internet que permite monitorear los aprendizajes. Se pueden descargar clases hechas y modificarlas o usarlas tal cual, en tablets y teléfonos inteligentes. Algunas clases son gratuitas y las que no, cuestan un máximo de un dólar.

También hay colegios chilenos que se han destacado por el uso creativo de las TIC. Un caso es el Hispano Americano de Santiago, que incorpora el uso de la tecnología de manera transversal desde prekínder al cuarto año del secundario. Tiene tres laboratorios con 40 computadores cada uno, para  clases de lenguaje, matemática o historia. Además, los niños aprenden y ejercitan con software para distintas materias y, cuando se trata de tareas, los estudiantes deben hacer presentaciones en PowerPoint. 

Por su parte, la Fundación Telefónica ha puesto en marcha un curso de robótica en colegios técnico profesionales. Además de aprender conceptos básicos de programación y electrónica, se busca desarrollar competencias y habilidades blandas como trabajo en equipo, pensamiento crítico, entre otras. En el Colegio Técnico Las Nieves, las 40 estudiantes de tercer año construyeron prototipos de un hogar automatizado bajo distintas condiciones climáticas. En 2015 este proyecto se expandirá a Canela y a Punta Arenas y se incluirá un taller de agro robótica.

Pizarras interactivas, computadoras, programas informáticos educativos, robótica, son algunas de las herramientas cada vez más usadas en los colegios del Perú, donde los métodos educacionales están sufriendo una metamorfosis para adaptarse a esta revolución tecnológíca. Para el consultor educativo Iván Montes, si bien esto es un gran avance,  los nuevos dispositivos por sí solos no van a mejorar la calidad educacional. "El tema es que se debe capacitar al docente en el propio artefacto que se le entrega, pero eso no es suficiente. Un docente que no tiene el hábito de la lectura, que no tiene el espíritu del saber, que no suele preparar sus clases, no le sacará ningún provecho a las nuevas tecnologías", afirma Montes. Además, gran parte de los colegios públicos del país no tienen señal de internet inalámbrico, limitando el uso de dispositivos.

Pese a estas desventajas, hay muchos proyectos que tienen la mira en un futuro que ya llegó. Uno de ellos es la Escuela de Talentos, centro educativo público a cargo del Gobierno Regional del Callao, donde los libros y cuadernos han sido reemplazados por laptops, las pizarras tradicionales por otras digitales y los papelógrafos por proyectores multimedia con tecnología "touch". Allí los trabajos se publican en blogs y son compartidos a través de Facebook, los alumnos escriben con plumones electrónicos, ensamblan y programan robots, usan Google Docs, chat y Wikipedia.

Luis Escudero Ramírez, quien puso en marcha el proyecto, señala que el colegio completo es un campus virtual. "Este es el primer paso para que el alumno esté a la par con el conocimiento, que hoy avanza más rápido que cualquier maestro o libro. Además, todas las aulas están dotadas con proyectores 3D que interactúan de manera paralela con el maestro y con los estudiantes tenemos software educativos por cada disciplina: ciencias, matemáticas, literatura, música e incluso deporte".

Otro proyecto privado que se basa en el modelo semipresencial es Innova Schools Perú, cuyo gerente general,  Jorge Yzusqui,  señala que un buen uso de la tecnología debe permitir brindar una educación personalizada, pero que no se trata solo de contar con una computadora. "La tecnología ya no es un equipamiento del colegio sino un elemento que va de la mano con el proceso educativo, así como el lápiz, el borrador o la cartuchera, para el uso de los chicos. De nada sirve que los colegios tengan computadoras, proyectores inteligentes, etc., si esto no tiene atrás un contenido educativo que lo respalde", apunta.

En la favela también

Uno de los proyectos más originales en Brasil es el que se lleva a cabo en la escuela municipal André Urani, en Rocinha, la mayor favela de América latina, en Río de Janeiro. Sus instalaciones escapan los patrones tradicionales. El  lápiz y el cuaderno comparten el espacio con computadoras con acceso a internet, pero la tiza y el pizarrón saldrán de escena y su espacio lo ocuparán las losas inteligentes, que cambiarán el entorno de trabajo de los profesores. El proyecto forma parte del Gimnasio Experimental de Nuevas Tecnologías Educacionales (Gente), coordinado por la Secretaría Municipal de Educación, el Ministerio de Educación y la iniciativa privada. Pero no es el único. El gobierno federal también posee otra iniciativa similar, denominado "Tablet educacional", que forma parte del Programa Nacional de Tecnología Educacional (Proinfo integrado). Todas las escuelas indicadas por los estados correspondientes recibirán un proyector para cada cuatro salas y dos tabletas de 9,7 pulgadas. El proyecto está en fase de desarrollo. 

Si bien las nuevas herramientas posibilitaron un salto en el número de matrículas de enseñanza a distancia (EaD) en el universo de la formación superior, las TICs aún son una realidad escasa en las escuelas brasileñas. La investigación nacional TIC Educación 2013, realizada por el Comité Gestor de Internet en Brasil (CGI.br), muestra eso en números: en un universo de 1.987 profesores entrevistados de 994 escuelas públicas y privadas en las cinco regiones del país, 52% no cursaron ninguna disciplina específica sobre ordenador e internet en la enseñanza superior.

Entre las iniciativas puestas en marcha en Brasil se cuentan el plan Proinfo Integrado, para promover el uso de tecnología y el proyector interactivo (2007), compuesto esencialmente por un procesador de bajo costo, teclado, mouse, puertas USB, puerta para red wireless y red PLC, unidad lectora de DVD y uno data show interno para que los profesores puedan proyectar los contenidos digitales en las aulas. El proyecto está en fase de expansión. A éstos se sumaron, en 2008, el plan banda ancha en las escuelas;  el plan Losa Digital (2011), equipamiento que transforma la superficie donde la imagen está proyectada en una gran tela sensible al toque, permitiendo la interacción con el contenido proyectado, y en 2012 el uso de tablets en la enseñanza pública.

El crecimiento en el uso de tablets creció del 2% en 2012, a un 11%, en 2013. Este avance está atado al programa e-Proinfo, creado ese año. A pesar de eso, lo que llama más atención es el mayor obstáculo apuntado por los profesores de la educación básica en esa área: un 70% concuerdan que los alumnos saben más sobre ordenador e internet que ellos. Para Fabio Senne, coordinador de Proyectos e investigaciones del Centro Regional de Estudios para el Desarrollo de la Soc iedad de la Información (Cetic), el modelo tradicional de salón con un profesor manejando la clase al frente de alumnos sentados en filas de sillas, es puesto en jaque con la introducción de las nuevas tecnologías y la lógica colaborativa y de compartir por dispositivos móviles.

En Colombia,  el plan Computadoras para educar ha beneficiado en sus quince años de existencia  a ocho millones de niños. Se trata de un programa conjunto  del Ministerio de las Tecnologías de la Información (Mintic), el Ministerio de educación y empresas privadas, que busca mejorar la conectividad de las escuelas públicas a internet y dotarlas de computadoras y tablets de calidad.En lo que respecta al sector privado, Colombia también se ha beneficiado con propuestas que buscan no solo impactar positivamente la educación con cantidad, sino con calidad. Así, surgen proyectos que, desde la responsabilidad social empresarial, como los Smart School (Colegios Inteligentes) que Samsung se propuso instalar en las principales ciudades del país desde 2013.Se trata de una propuesta que busca dotar los salones con recursos tecnológicos de vanguardia, como tabletas y pantallas y tableros digitales que les permiten a los estudiantes explorar, por ellos mismos, la creación de materiales pertinentes dentro de su educación de manera dinámica e interactiva.

Hasta ahora, el proyecto ha beneficiado a 4.000 jóvenes y docentes que asisten a cien colegios de Bogotá y Popayán (Cauca) y se espera que el alcance se amplíe a los departamentos de Sucre y Putumayo.

Otra experiencia que combina la educación con las TIC y que acaba de arrancar este año es Juventic, impulsada por el gigante tecnológico Google y la organización Colnodo, con la que se espera capacitar, con su piloto inicial, a 2.500 jóvenes entre los 16 y los 26 años. Juventic imparte cursos gratuitos en tres materias: Marketing digital, diseño y producción de contenidos de comunicación digital y gestión de sistemas de información local, y se espera que, finalizado el piloto, más empresas se sumen a la iniciativa y así multiplicar el número de beneficiados.  "La idea es que las personas adquieran habilidades digitales que son indispensables para ser competitivos laboralmente", explica Susana Pabón, gerente de comunicaciones de Google en Colombia.

Tampoco Colombia no ha sido ajena a una de las principales tendencias globales: las clases vía web y los Cursos en Línea Masivos y Abiertos (MOOCS, en inglés). Prueba de ello es la popularidad alcanzada por el profesor de matemáticas Julio Alberto Ríos, mejor conocido en el mundo virtual como Julioprofe. Con sus casi 470 videos, más de 500 mil usuarios y más de un millón de visitas en su canal en el portal Youtube, Julioprofe se ha encargado de llevar las clases de matemáticas a otro nivel. Con explicaciones entretenidas, didácticas y comprensibles, este ingeniero civil de 41 años se ha convertido en el Salman Khan Colombiano. Tal ha sido el éxito de sus tutoriales, que el profesor abrió una academia presencial en la que, junto a otros instructores, brinda refuerzos a estudiantes de primaria, secundaria y universitarios. Pese a su fama, las clases en Youtube siguen siendo gratuitas y, semanalmente, actualiza su canal con dos videos.

Julioprofe posee ya más de 600 videos de aritmética, álgebra, geometría, trigonometría, cálculo, física y matemáticas.

Aula virtual

En la Argentina ya hay varios proyectos que reflejan el enorme potencial de los avances tecnológicos aplicados a la educación. Una de las primeras instituciones que advirtieron esa nueva realidad fue el colegio Belgrano Day School, en el barrio porteño de Belgrano. Allí el proceso se inicia en 2003, con la capacitación docente, la conectividad y la incorporación de equipamiento (pendrives para los profesores, cámaras digitales, proyectores, pizarras interactivas), hasta desembocar en el aula virtual.

Los permanentes avances tecnológicos obligan a una mayor flexibilidad y desembocarán en lo que ya es tendencia mundial en las escuelas, el BOYD (Bring your own device), es decir, que cada alumno lleve su propio dispositivo personal a la casa, lo cual permitirá el pasaje del e-learning (aprendizaje a distancia) al m-learning (mobile learning), con contenidos digitales que puedan bajarse  a los dispositivos móviles y que pueden provenir de smartphones, handheads, PADs, IPhones, etc.

El aula virtual, puesta en marcha en 2006, es un espacio de internet que simula un encuentro entre el docente y sus  alumnos, disponible las 24 horas del día, que almacena programas de materias, bibliografía sugerida y demás recursos, sustentado en una plataforma de código abierto Moodle, de uso universal y gratuito.  Tanto el aula virtual como la biblioteca del colegio son accesibles a través de dispositivos móviles como smartphones y blackberries.

"Junto con el webmail propio del colegio, fue el recurso principal que permitió a los chicos no perder días de clase durante la epidemia de gripe H1N1, en 2009, que obligó al cierre del colegio. Trabajaron desde sus casas", recuerda la directora académica del nivel primario, Andrea Pelliccia.
Con su Plan Integral de Educación Digital (PIED), que forma parte del Plan Sarmiento, iniciado en 2010 con la distribución de netbooks en las escuelas, el  gobierno de la Ciudad de Buenos Aires también refleja los vertiginosos cambios que se dan en el ámbito educativo. La  iniciativa abarca todos los niveles, con la incorporación de las TIC en el diseño curricular y la formación de los maestros. Abarca en el nivel primario a 616 escuelas (170.000 alumnos) y 17.000 docentes, con un facilitador pedagógico digital por escuela.

"La idea es aprender haciendo, facilita la comunicación y colaboración entre los chicos. Los incentiva a que sean productores de sus propios contenidos y a darlos a conocer por internet, con un tutorial para que otros alumnos de otras escuelas puedan replicarlos", explica María Florencia Ripani, directora operativa de Incorporación de Tecnología (inTec) del Ministerio de Educación porteño. De tal manera, junto con sus profesores, los chicos trabajan la construcción de blogs que integran videos, animación y otros recursos.

"Poner al alumno como protagonista de todo lo que hace, que no sea tedioso y se parezca más a un juego, fomenta también la mirada crítica", sostiene Ripani, que señala también el impacto positivo del PIED. "La última encuesta  mostró que el 79% de los docentes considera que mejoró la calidad educativa, y que los chicos aprenden más y mejor, particularmente cuando hay propuestas pedagógicas afines a su cultura y a sus intereses", agrega.

Sin resultados

Uno de los aliados de la Argentina en la región, Venezuela, ha visto en los últimos años la aparición de nuevos métodos de enseñanza basados en las nuevas tecnologías, pero éstos   continúan centrándose en el estudiante, ignorando, según los especialistas, la preparación que necesita el docente para guiar todo el proceso de aprendizaje.

El Programa Canaima Educación, lanzado en 2009 con la dotación de mini computadoras a estudiantes en planteles públicos, le valió el reconocimiento de "buena práctica" en 2013 por la Unesco.  Este año el gobierno informó que ha entregado "canaimitas" a 3.521.000 estudiantes de instituciones públicas. Sin embargo, a la fecha se desconocen los resultados de su incorporación en el aula.

Desde 1997 el país no se somete a ningún sistema de evaluación del desempeño educativo, y los docentes no poseen preparación suficiente en el ámbito tecnológico y pedagógico, que les permita un manejo eficiente de los nuevos recursos digitales. "Es bueno que todos los niños tengan su mini laptop, pero si es para un uso pedagógico ello debe estar dominado por el maestro, y en estos momentos ellos no dominan todo lo que puede hacerse con esas tecnologías", explica el director del Centro de Investigaciones Culturales y Educativas, Mariano Herrera.

Otras experiencias han logrado cambiar el rol de los maestros, al abrir un espacio mucho más interactivo. Educa Tablet, por ejemplo, fundado en 2012, está enfocado en una aplicación móvil que se emplea hasta la fecha en doce colegios privados en Venezuela, así como también en Colombia y México. A través de las tablets, los estudiantes se comunican por un muro digital e intercambian información, los profesores autogestionan el contenido que imparten y además comparten la guía de estudio de la clase siguiente. También pueden enviar una encuesta a todos los chicos presentes en el aula, conocer los resultados en tiempo real, proyectarlos en la pared y discutirlos en clase, comentó la gerente de innovación y cofundadora de Educa Tablet, Noraeden Moran.

En Ecuador, como en el resto de la región, se pusieron en marcha iniciativas privadas y públicas. Entre las primeras,  el denominado Learning Project fue impulsado en 2003 por la empresa privada. Busca que los pequeños de las escuelas de bajos recursos del país aprendan sobre robótica y programación básica. Utilizan piezas de lego para los diseños básicos y tabletas electrónicas y programas de recursos abiertos para que los inventos 'cobren vida'. Hay conversaciones avanzadas con el Ministerio de Educación del Ecuador para que se incluyan estos talleres en los clubes de robótica que se ha dispuesto en las instituciones públicas y privadas.

Por su parte, se acaba de anunciar el Teebot,  primer robot educativo creado en Ecuador. Permitirá a los pequeños interactuar con él y al mismo tiempo aprender sobre matemáticas, electrónica, tecnología y ciencia. Fue creado por la firma independiente Clear Mind Consultores y la empresa EGM Robotic y se espera que pueda ser incluido en el sistema educativo formal. El Gobierno ecuatoriano tiene alianzas con estas firmas para promover la innovación en las aulas. Han organizado el primer Scrach Day Ecuador, que fueron talleres para niños de escuela sobre programación. También concursos de retos tecnológicos.

En cuanto a las iniciativas oficiales, el Gobierno ecuatoriano  ha impulsado la creación de Unidades del Milenio. Son espacios dotados de tecnología de punta en zonas rurales del país. Hasta marzo del 2015 se construyeron 58 unidades y se están erigiendo otras 30 en diferentes provincias.

Los casos de Uruguay y México

Si bien en todos los países de la región existen desde hace más de una década planes oficiales orientados al uso de las TIC, en Uruguay y México el rol del estado parece haber jugado un papel central, cuando no excluyente.

En Uruguay, a través del Plan Ceibal, que se instauró durante el primer gobierno de Tabaré Vázquez (2005-2010) con el objetivo de que cada estudiante de primaria y secundaria tuviera una computadora. Hoy en día este objetivo se cumplió en un 98,5% y ya fueron entregadas más de 700.000 máquinas.

Los alumnos de primero y segundo de escuela tienen a su disposición tabletas digitales, los de tercero de escuela en adelante netbooks y los de tercero de liceo reciben notebooks. También se le entrega una PC a cada docente. En cada terminal están digitalizados la gran mayoría de los libros de estudio del primer y el segundo ciclo. Y según dijo el director del Plan Ceibal, Miguel Brechner, para esta nota, los niños ya cuentan con unos 100.000 ejercicios de matemáticas en la plataforma a las que acceden desde las computadoras. También hay 100.000 alumnos online de inglés, y en lugares como escuelas del área rural, donde los profesores de esta materia no abundan, las clases se dan videoconferencia, gracias alas computadoras.

Detractores del plan han advertido que los alumnos suelen más que nada jugar con las computadoras, en vez de estudiar. Brechner reconoció que hay casos así, pero advierte que esto no es culpa del sistema sino de para lo cual este se use.

Hasta hoy no hay estudios que hayan medido si existe un impacto directo entre el uso de las computadoras y el rendimiento de los estudiantes.

En México, los gobiernos han hecho inversiones millonarias para dotar de nuevas tecnologías a los estudiantes, pero los alumnos no han mejorado su rendimiento y el gasto en este rubro  se considera como un "hoyo presupuestal", según autoridades y expertos consultados .Una de las primeras iniciativas en la educación pública fue Enciclomedia, una plataforma que brindaba libros digitalizados a las aulas, un pizarrón electrónico y un proyector. Sin embargo, la falta de infraestructura necesaria para operar, recursos perdidos y gastados en rubros no relacionados con el programa, más la falta de capacitación, hicieron que la iniciativa fracasara.

A fines de 2012, la Secretaría de Educación Pública  (SEP) anunció un nuevo programa llamado Aula Base Telemática, para dotar de una computadora con internet y un pizarrón electrónico, pero en 2013, con el cambio de administración y del partido en el poder, se decidió cerrar el proyecto y optar por tablets y computadoras para los niños de quinto y sexto nivel de primaria, con una inversión de 166 millones de dólares.

El secretario de Educación Pública, Emilio Chuayffet, anunció que el programa de tablets aumentará a 15 estados del país y se estiman mayores inversiones para llegar a la meta digital fijada por el gobierno.

Blanca Heredia, investigadora del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), aseguró que faltan evaluaciones sobre el impacto de estas pruebas."En términos generales la adopción de estos programas puede tener un efecto positivo, pero se mezcló con consignaciones de carácter político, lo que afectó su desempeño. Enciclomedia no fue un total fracaso, si hacemos una evaluación seria se muestran ganancias pequeñas, pero si a los maestros no se les da capacitación se sienten intimidados y terminan arrumbándose en el salón de clases", señaló.

Puerto Rico:

De la PlayStation a Machu Pichu

¿Tienen algún punto de conexión en la escuela la PlayStation con la ciudadela de Machu Pichu? ¿o una clase de química con el popcorn? Aparentemente no… pero sí. El caso de Puerto Rico puede considerarse, en algún sentido, como paradigmático, por la manera en que se pueden aprovechar las herramientas tecnológicas para que los chicos aprendan historia con una mirada diferente y adquieran destrezas útiles para su futura vida laboral.

Un grupo de estudiantes activos, bien predispuestos y fascinados por los videogames, en especial por el juego de construcción de mundos abiertos y estructuras llamado Minecraft, fue el puntapié inicial para que en 2014  Saimé Figueroa Rodríguez, maestra de Historia de América latina en la Escuela Asunción Rodríguez de Guayanilla, un pueblo al sudoeste de Puerto Rico, decidiera integrar esa pasión con la materia de enseñanza. De esta forma nació el proyecto que denominó “Una mirada a la América precolombina”.

Saimé dividió el grupo en cuatro equipos. A tres les asignó investigar sobre los aztecas, los incas y los mayas, respectivamente, y al cuarto subgrupo les permitió abordar simultáneamente los pueblos anasazi, olmeca y nazca. El trabajo requirió de horas de investigación en los laboratorios de computadoras de la escuela, donde la educadora también les impartió talleres sobre destrezas de búsqueda de información y herramientas que podrían utilizar para realizar sus presentaciones una vez culminaran el proyecto, como Emaze, Prezi y PowToon. En sus casas, con sus consolas de videojuegos Xbox y PlayStation, y conectados virtualmente, los estudiantes trabajaron en la construcción de los pueblos.

“Pasé una semana jugando siete horas cada día para construir el Machu Pichu”, cuenta el estudiante Jeshua Orengo, de 17 años. “Llegaba de la escuela y me acostaba a dormir como a las 23 o a la medianoche, porque yo empiezo a hacer algo en ese juego y hasta que no lo termine no estoy tranquilo”.

“No solo se cumplieron los objetivos de la unidad. Ha habido una mejoría clara en sus destrezas de presentación oral. Ya no se conforman con tener cualquier información del internet; saben investigar. Y en términos sociales, ha habido una integración total”, señala Figueroa Rodríguez sobre el impacto del proyecto.

El proyecto "Una mirada a la América precolombina" forma parte ahora de la alianza que mantiene el Departamento de Educación de Puerto Rico con la multinacional Microsoft hace cuatro años. Ambas entidades celebran anualmente en la isla el Foro de Docente innovadores, que reúne a maestros del nivel primario y secundario que integran de manera efectiva la tecnología en la enseñanza.

Robots y popcorn

Un espíritu similar se respira en la Escuela Secundaria Especializada en Ciencias, Matemáticas y Tecnología de Caguas (Cimatec), municipio de la zona central oriental de Puerto Rico, donde en el salón de robótica no es infrecuente ver máquinas construídas por los estudiantes con pequeñas piezas de metal y que responden a comandos por control remoto para mover objetos de un lugar a otro. En uno de los laboratorios de computadoras, los jóvenes aprenden a ingresar contactos telefónicos al programa de manejo de bases de datos Access, mientras que en la clase de química observan cómo se hace el popcorn al aplicarle la presión adecuada a las semillas de maíz.

La escuela de los niveles intermedio y superior, que desde 2008 recibe a estudiantes con aptitudes para las ciencias y las matemáticas de la región centro oriental de la Isla, se erigió en el centro del pueblo de Caguas como un deseo del fallecido alcalde de la ciudad, William Miranda Marín, por maximizar las habilidades de estos jóvenes en beneficio de la economía del país.

“Muchos de estos estudiantes estarían perdidos en el sistema si no hubieran llegado aquí”, comenta la directora de la escuela, Raquel Rodríguez. “La prioridad es estudiantes de escasos recursos económicos y que provengan de escuela pública, que tengan habilidades en ciencias, matemáticas y gusto por la tecnología. Nosotros nos encargamos de desarrollarlos en su máximo potencial”, indica.

Cimatec es una escuela privada, administrada por la organización sin fines de lucro Iniciativa Tecnológica Centro-Oriental (Inteco), no se rige por las normas del Departamento de Educación de Puerto Rico y recibe donativos de múltiples empresas y entidades no gubernamentales. Aun así, obtiene fondos anuales de parte del gobierno municipal. Todos los salones están equipados con pizarras electrónicas que permiten que las lecciones sean interactivas.

Nycol Cotto, de 17 años, es una de esas alumnas que asegura haber descubierto lo mejor de ella en esta escuela. Integra el Club de Robótica, organización estudiantil que le ha ganado a la escuela una decena de reconocimientos en competencias internacionales en este campo. En su clase de física, cuenta Nycol, los estudiantes hacen periódicamente excursiones a un campo  de golf en Caguas, hasta donde cargan con sus iPads y utilizan una aplicación para evaluar la dirección y la fuerza que deben ejercer para pegarle a la pelota de golf en la vida real. 

En la clase de computadoras y tecnología de octavo grado, el estudiante Brian Fonseca, de 14 años, explica que ha aprendido a utilizar programas básicos de Microsoft aprovechando funciones que mucha gente desconoce. Asegura que ya domina Word, Power Point, Excel, Publisher y recién comienza a trabajar con el gestor de bases de datos Access. Son destrezas que, según apunta la profesora Frances Rodríguez, les han servido en las demás clases.
En el mismo salón se guardan las maquetas de los puentes en madera que construyeron los estudiantes del duodécimo grado bajo la mentoría de Rodríguez.


“Los jóvenes debían diseñar su propio puente de acuerdo a los diferentes tipos de estructura con el programa de ingeniería Solid Work, realizar una serie de pruebas que provee el programa y luego llevarlo a la realidad con las mismas dimensiones que lo diseñaron”, explica la profesora. Con el dominio de este programa, los estudiantes pueden conocer el costo aproximado de erigir una estructura y el daño ambiental que provocaría la construcción.

Más Información:

El Nacional de Venezuela: 

El Universal de México: 

O Globo de Brasil: